Llegas al garaje con prisa porque llegas tarde, ¡Ops! Una rueda está casi en el suelo, tiene menos aire de lo normal. El coche lleva parado un largo período de tiempo, lo primero que nos viene a la mente es ¡He pinchado! Pero no siempre tiene por qué ser así…
Debes saber que los neumáticos pueden perder aire debido a una presión diferencial, ese efecto se llama proceso de permeabilidad y afecta a todos los neumáticos, independientemente del tipo o aplicación que sea, ya que los compuestos que forman el neumático no son completamente estancos, y la porosidad de éstos permite que el aire pueda salir.
Cuando el neumático se usa a menudo, la presión de los neumáticos varía en menor proporción a si el vehículo está por un período elevado de tiempo sin usar, ya que con el contacto del neumático en la carretera es más difícil de que salga el aire porque dicho contacto “tapa” esos poros durante la marcha.
OTROS MOTIVOS DE PÉRDIDA DE PRESIÓN
Hay otras situaciones por las que el neumático también puede perder presión:
- Unión neumático y llanta. Debido a la oxidación (llantas de acero) y/o la acumulación de suciedad en los hombros de la llanta, donde ajusta el talón del neumático, puede provocar que esa unión no sea perfecta.
- Válvula. Existen diferentes materiales y tipos de válvulas, las de goma pueden presentar grietas con el tiempo provocando pérdida de presión. En todas las válvulas, en la parte interna, se coloca un obús que permite que podamos inflar las ruedas y mantener el aire, si este elemento está dañado puede provocar pérdida de presión.
- Clavos y/o otros elementos punzantes. Los neumáticos no son de acero, por lo que un elemento punzante puede perforar el neumático, provocando así pérdida de presión.
- Golpes accidentales. Un golpe contra el neumático puede provocar un desajuste de alguno de los elementos que componen la rueda, como consecuencia puede producirse pérdida de presión.
Desde Carlider recomendamos revisar las presiones regularmente de acuerdo con las recomendaciones del fabricante para las condiciones operativas del vehículo y sus cargas. Además de una conducción más segura y confortable, gastarás menos combustible por un contacto excesivo del neumático sobre la vía.